martes, 22 de noviembre de 2011

EL HOMBRE ES RESPONSABLE DE SUS ACTOS. Sir 15, 11-20.

No digas: "¡Dios me hizo pecar!" porque él no hace lo que odia. No digas: "¡Me hizo cometer un error!" porque no necesita un pecador. El Señor detesta el mal, y de igual modo lo detestan los que temen al Señor.

Cuando al principio creó al hombre, lo dejó en manos de su propia conciencia. Si tú quieres, puedes observar los mandamientos; está en tus manos el ser fiel. Ante tí puso el fuego y el agua: extiende tu mano a lo que prefieras: Delante de los hombres están la vida y la muerte, a cada uno se le dará lo elegido.

¡Qué grande es la sabiduría del Señor, qué fuerte y poderoso es él! Él todo lo ve. Su mirada se posa en los que le temen; conoce todas las acciones de los hombres. A nadie le ha pedido que sea impío, a nadie le ha dado permiso para que peque.  

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